sábado, 3 de mayo de 2025

Domingo III de Pascua




Los Apóstoles son los «testigos» privilegiados del ministerio, la muerte y resurrección del Señor. Nuestra fe se apoya en su valiente testimonio, puesto a prueba después de la experiencia de Pentecostés. La fuerza y la guía del Espíritu Santo les impulsó a salir sin miedo a las calles de Jerusalén para anunciar el misterio de Cristo, por el que Dios reconcilió a toda la humanidad. La llamada a la conversión resuena en Pascua con tanta fuerza o más que en cualquier otro tiempo litúrgico.

También nosotros, como los Apóstoles, estamos llamados a testimoniar al amor de Dios por la humanidad, un amor que le movió a enviarnos a su Hijo querido para que nos mostrara con la mayor claridad posible la grandeza de este amor y su firme voluntad de salvarnos, incluso pagando un precio muy alto. Como decía Hans Urs von Balthasar, «solo el amor es digno de fe». Dios es digno de ser creído porque en el misterio pascual nos ha mostrado hasta qué punto ama a la humanidad y a cada uno de los miembros que la componemos. Quien ha experimentado en su vida la grandeza de este amor, no puede sino volverse a Dios de todo corazón y corresponderle con todo su ser.



Fray Manuel Ángel Martinez Juan



sábado, 26 de abril de 2025

Domingo II de Pascua



En este Segundo Domingo de Pascua, también llamado Domingo de la Divina Misericordia, contemplamos el inmenso amor de Dios reflejado en la incredulidad de Tomás. Su falta de fe lo lleva a un encuentro personal con el Cristo resucitado, a quien reconoce por las heridas de los clavos en sus manos. Finalmente, ante la evidencia de la resurrección, proclama con profunda fe: “¡Señor mío y Dios mío!”

La duda de Tomás nos invita a reflexionar sobre nuestra propia fe. Nos recuerda que sin un encuentro personal con el Resucitado, nuestra fe puede vacilar. Ser creyente no es solo aceptar una enseñanza, sino vivir la experiencia interior de un Cristo vivo y presente en nuestra vida.

Jesús sigue resucitando hoy, haciéndose presente incluso en medio de la incredulidad y del corazón cerrado de muchos. No hay barrera que su misericordia no pueda atravesar, porque su deseo es que toda la humanidad experimente, desde ahora, la alegría y la certeza de su presencia en el mundo.



Fray Felipe Santiago Lugen Olmedo O.P.



lunes, 21 de abril de 2025

El Papa Francisco descansa en paz

 


Hoy, lunes de Pascua, el Papa Francisco ha pasado de este mundo al Padre, con Jesús ha resucitado. 

"El obispo de Roma ha vuelto a la casa del padre, su vida entera ha estado dedicada servicio del Señor y de su Iglesia y nos ha enseñado el valor del evangelio con fidelidad, valor y amor universal y en manera particular a favor de los más pobres y marginados" Cardenal Farrel.


sábado, 19 de abril de 2025

Encontrarnos con el Resucitado


 Los cristianos no hemos de olvidar que la fe en Jesucristo resucitado es mucho más que el asentimiento a una fórmula del credo. Mucho más incluso que la afirmación de algo extraordinario que le aconteció al muerto Jesús hace aproximadamente dos mil años.

Creer en el Resucitado es creer que ahora Cristo está vivo, lleno de fuerza y creatividad, impulsando la vida hacia su último destino y liberando a la humanidad de caer en el caos definitivo.

Creer en el Resucitado es creer que Jesús se hace presente en medio de los creyentes. Es tomar parte activa en los encuentros y las tareas de la comunidad cristiana, sabiendo con gozo que, cuando dos o tres nos reunimos en su nombre, allí está él poniendo esperanza en nuestras vidas.

Creer en el Resucitado es descubrir que nuestra oración a Cristo no es un monólogo vacío, sin interlocutor que escuche nuestra invocación, sino diálogo con alguien vivo que está junto a nosotros en la misma raíz de la vida.

Creer en el Resucitado es dejarnos interpelar por su palabra viva recogida en los evangelios, e ir descubriendo prácticamente que sus palabras son «espíritu y vida» para el que sabe alimentarse de ellas.

Creer en el Resucitado es vivir la experiencia personal de que Jesús tiene fuerza para cambiar nuestras vidas, resucitar lo bueno que hay en nosotros e irnos liberando de lo que mata nuestra libertad.

Creer en el Resucitado es saber descubrirlo vivo en el último y más pequeño de los hermanos, llamándonos a la compasión y la solidaridad.

Creer en el Resucitado es creer que él es «el primogénito de entre los muertos», en el que se inicia ya nuestra resurrección y en el que se nos abre ya la posibilidad de vivir eternamente.

Creer en el Resucitado es creer que ni el sufrimiento, ni la injusticia, ni la opresión, ni la muerte tienen la última palabra. 

Sólo el Resucitado es Señor de la vida y de la muerte.

 José Antonio Pagola




domingo, 6 de abril de 2025

Semana Santa

 
Domingo de Ramos

     - Misa y bendición de los ramos: 11, 12 y 13 h.

Jueves Santo

     - Celebración de la Cena del Señor: 18 h.

         - Hora Santa: 22 h.

Viernes  Santo:

          - Pasión del Señor: 17 h.    

Vigilia Pascual:

     - Sábado:  21 h.

Comienza una semana intensa en la que la Iglesia nos invita a hacer memoria, a vivir, a actualizar el Misterio Pascual. Y lo hace desde la fe, en la presencia salvadora del Hijo de Dios, de Jesucristo: en su Pasión, Muerte y Resurrección. 

Son días, los que vamos a vivir, llenos de contrastes, de emociones, de palabras, de gestos, de personajes, de luces y oscuridades; son días de silencio y de reflexión. 

Son días de Pasión: Pasión de Dios por el Reino, por la humanidad. Son días para el encuentro con los demás y con Dios. Encuentro con el Dios real. 
“La cruz de Jesús es la solidaridad de Dios”.