domingo, 2 de febrero de 2020

Campaña de Manos Unidas 2020




Manos Unidas es la Asociación de la Iglesia española para la ayuda, promoción y desarrollo en los países empobrecidos.
Lo hacen mediante actividades de educación para el desarrollo y a través de proyectos de desarrollo, impulsando un desarrollo humano integral y sostenible, junto con los socios locales y las comunidades a las que estos acompañan.

El Papa Francisco, en la “Laudato Si”, invita al cuidado de la “casa común” para crear  una conciencia responsable desde la perspectiva de la preocupación por la creación. Queremos abordar nuestro trabajo de sensibilización a la comunidad cristiana reflexionando sobre el cuidado de la creación y estilos de vida. Se trata de luchar contra el hambre y en favor del desarrollo hu­mano integral y sostenible. Nos centramos en el cuidado de la casa común, profundizando en la relación de la lucha contra la pobreza. No es posible acoger el clamor de los pobres sin atender al clamor de la tierra.

Urge superar la cultura del descarte, que excluye a los más débiles, necesitados de atención y cuidados, o sencillamente a los que estorban; valora solo lo útil y lo que genera beneficio propio, y optar por una cultura del encuentro y del cuidado, tanto de los excluidos como de la naturaleza, porque la dignidad humana está íntimamente ligada al derecho a vivir en un medio ambiente sano, donde se protejan la sostenibilidad y la solidaridad.

Haciéndonos eco del clamor de los más pobres como consecuencia del clamor de la tierra, reflejamos algunos aspectos de la degradación medioambiental con incidencia directa en la vida de los seres humanos, especialmente de los más vulnerables: contaminación, ago­tamiento de recursos, cambio climático, deforestación, biodiversidad.

Algunas causas de esta degradación son la tecnocracia, el rela­tivismo, el consumismo desenfrenado, que generan graves con­secuencias, sobre todo para los pobres, como inundaciones, se­quías extremas, desertificación, extinción de especies, contami­nación, pérdida de acceso a recursos básicos, incremento de la pobreza, migraciones forzosas por inclemencias meteorológi­cas. Estas consecuencias son signos de muerte que afectan a nuestra casa común y a los seres que en ella habitan

Urge optar por una cultura del encuentro y del cuidado. El grito de la tierra y el grito de
los pobres son uno.