domingo, 27 de septiembre de 2020

Horario de invierno

 


A partir del 1 de octubre estos serán los nuevos horarios:

Días laborables (de martes a viernes):19 h. 

Sábados y vísperas de fiestas: 19 h. 

Domingos y festivos: 11, 12 y 13 h.

viernes, 18 de septiembre de 2020

Bondad escandalosa

 
 
 Probablemente era otoño y en los pueblos de Galilea se vivía intensamente la vendimia. Jesús veía en las plazas a quienes no tenían tierras propias, esperando a ser contratados para ganarse el sustento del día. ¿Cómo ayudar a esta pobre gente a intuir la bondad misteriosa de Dios hacia todos?

Jesús les contó una parábola sorprendente. Les habló de un señor que contrató a todos los jornaleros que pudo. Él mismo vino a la plaza del pueblo una y otra vez, a horas diferentes. Al final de la jornada, aunque el trabajo había sido absolutamente desigual, a todos les dio un denario: lo que su familia necesitaba para vivir.

El primer grupo protesta. No se quejan de recibir más o menos dinero. Lo que les ofende es que el señor «ha tratado a los últimos igual que a nosotros». La respuesta del señor al que hace de portavoz es admirable: « Vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?».

La parábola es tan revolucionaria que, seguramente, después de veinte siglos, no nos atrevemos todavía a tomarla en serio. ¿Será verdad que Dios es bueno incluso con aquellos y aquellas que apenas pueden presentarse ante él con méritos y obras? ¿Será verdad que en su corazón de Padre no hay privilegios basados en el trabajo más o menos meritorio de quienes han trabajado en su viña?

Todos nuestros esquemas se tambalean cuando hace su aparición el amor libre e insondable de Dios. Por eso nos resulta escandaloso que Jesús parezca olvidarse de los «piadosos» cargados de méritos, y se acerque precisamente a los que no tienen derecho a recompensa alguna por parte de Dios: pecadores que no observan la Alianza o prostitutas que no tienen acceso al templo.

Nosotros seguimos muchas veces con nuestros cálculos, sin dejarle a Dios ser bueno con todos. No toleramos su bondad infinita hacia todos. Hay personas que no se lo merecen. Nos parece que Dios tendría que dar a cada uno su merecido, y sólo su merecido. Menos mal que Dios no es como nosotros. Desde su corazón de Padre, Dios sabe entenderse bien con esas personas a las que nosotros rechazamos.
 
J.A. Pagola

 

sábado, 12 de septiembre de 2020

Primeras Comuniones

 

Hoy, sábado 12 de septiembre y mañana domingo, celebraremos en nuestra Parroquia las primeras Comuniones. Por este motivo nuestra Comunidad se viste de fiesta y se alegra de un modo especial. 

Ilusión, alegría, expectación, y un deseo enorme de que este día sea un día inolvidable, forman parte del conglomerado de sentimientos que niños y padres experimentan este día.

He aquí algunas pistas para celebrar este día con nuestro mejor ánimo:

ESPERAR. No dejarse bloquear por el barullo del día de la celebración. La Primera Comunión es comienzo, no es final.

UNIR. Crear ambiente de unión y no de división será el mejor modo de “dar cuerpo” a lo que es central en este día: la común-unión.

CONVIVIR. Caer en la cuenta de que las celebraciones son momentos de encuentro (padres e hijos, hermanos, abuelos, amigos...). Mejor con-vivir que conformarse con sobre-vivir. 

ALEGRARSE. Para que la alegría (la propia y la de los demás) no se termine después de la celebración.

TRANSMITIR. Comunicar la propia fe es el mejor regalo. Es una buena ocasión para mostrar que la experiencia de la comunión transforma cada día y no se acaba en la primera. 

AGRADECER. Participar totalmente del cuerpo y la sangre del Señor es motivo más que suficiente para alabar y agradecer a Dios su generosa invitación a formar parte de Él.