"No
podéis servir a Dios y al dinero". Lucas 16, 13
El Consejo Económico Parroquial tiene la misión de asesorar y
ayudar a nuestro párroco en la administración de los bienes
parroquiales.
Entre las funciones concretas del Consejo
Económico Parroquial destacan:
Elaborar los presupuestos anuales para su aprobación por el Consejo Pastoral. Elaborar y aprobar las cuentas anuales de la parroquia y publicar las mismas para conocimiento de todos los fieles. Promover la colaboración de los fieles en la financiación de la parroquia.
Como todos sabréis ya, a partir de este año
el Estado ha suprimido la dotación directa y fija con que anualmente
dotaba a la Iglesia, a partir de ahora la única asignación que dispondrá
la Iglesia es la cantidad recaudada con el 0,7% que hace voluntariamente
el contribuyente en su declaración del IRPF, cantidad que apenas cubre
el 25% de las necesidades básicas de financiación. Consecuencia de ello
la Iglesia Católica en España tiene que autofinanciarse sin ayudas
externas, y esta financiación y sostenimiento dependerá única y
exclusivamente de nosotros los católicos.
Ante este reto y otros nuevos aires que
soplan en nuestro tiempo y en nuestra sociedad, los católicos debemos
“sentir” a nuestra parroquia como algo más nuestro, más participativo,
más autónomo, más independiente, sentirla como parte de nuestra vida
con nuestros derechos y deberes hacia ella, tenerla como verdadera madre
de una gran familia en la que todos, yo, tú, nuestro vecino, nuestro
próximo, todos los que formamos la parroquia, nos sintamos importantes
en la comunidad a la que pertenecemos y mostremos nuestra disposición no
sólo a recibir de ella, sino a colaborar en lo que nos requiera y esté
en nuestras posibilidades.