31.10.25

Domingo 31 del Tiempo ordinario

 


“También nosotros andemos en una vida nueva”

No faltan cristianos con cara de cuaresma pensando en un juicio final. Olvidan que el Dios, ese juez implacable que se imaginan, se ha revelado ya en Jesucristo como Padre de la misericordia que no sabe más que amar.

El juicio final sobre nuestra existencia en la tierra lo vamos dando cada uno mientras caminamos en el tiempo: “tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, fui forastero y me hospedaste, estuve desnudo y me vestiste, enfermo y me visitaste, en la cárcel y viniste a verme”.

Hoy celebramos el camino que recorrieron nuestros difuntos tratando de seguir esa conducta y nuestra confianza en Dios, revelado en Jesucristo, cuyo poder se manifiesta en la misericordia.

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