22.12.25

Navidad

 


Ante el pesebre pedimos que cesen tantas formas de creciente violencia, causa de indecibles sufrimientos; que se apaguen tantos focos de tensión, que se consolide la voluntad de buscar soluciones pacíficas, respetuosas de las legítimas aspiraciones de los hombres y de los pueblos.


Niño de Belén, Profeta de paz, alienta las iniciativas de diálogo y de reconciliación,
apoya los esfuerzos de paz que aunque tímidos, pero llenos de esperanza, se están haciendo actualmente por un presente y un futuro más sereno para tantos hermanos y hermanas nuestros en el mundo.

¡Por doquier se ve la necesidad de paz! Tú, que eres el Príncipe de la verdadera paz, ayúdanos a comprender que la única vía para construirla es huir horrorizados del mal y buscar siempre y con valentía el bien.

¡Hombres de buena voluntad de todos los pueblos de la tierra, venid con confianza al pesebre del Salvador!

Llegad para encontraros con Aquél que viene para enseñarnos el camino de la verdad, de la paz y del amor.

S. Juan Pablo II