sábado, 20 de abril de 2019

¡Ha resucitado!


Una piedra movida

Tu invitación de vida llega a mi puerta, la abre y deja pasar la luz. Luz en medio de mis tristezas, mis agobios, mis opciones. Seguirán mis problemas, mis fracasos, mis compromisos, mis dudas, mis alegrías, mis deseos…., pero ahora iluminados por la invitación a vivir.

Un sepulcro vacío

Tantas veces la vida me sorprende: alguien que vive la enfermedad con alegría, alguien que ama un trabajo, alguien que agradece todo lo que se le da. Personas que animan a los hombres a cualquier tarea. Una muerte que produce vida en los demás… Sepulcros vacíos, esperanza en medio de la incertidumbre…., ahí es tu resurrección, Jesús.

Una invitación: vaciar sepulcros

Convencido de la vida que prometes, me siento invitado a proclamar junto a ti: ¡No temas, la vida ha vencido! Anunciarlo a los que aún viven como sepultados por sus problemas, por sus enfermedades. A todos los sepultados por la indiferencia de un mundo avasallador, a todos los que no encuentran sentido para su vida, a los encadenados por las esclavitudes de nuestros días: fama, poder, dinero, placer… Porque Tú has demostrado que el sepulcro no es lugar de vida, tu gloria es que el hombre viva.