En torno a Jesús se van reuniendo un grupo de discípulos. A través de algunos verbos significativos, los evangelistas presentan sus acciones: oyen, siguen, preguntan...
El Maestro es el centro al que se dirigen todas esas acciones y se muestra sensible a lo que hacen quienes le buscan: ve que lo siguen, pregunta, responde.
Lo importante es escuchar la voz de Jesús y disponerse para el encuentro personal con Él. Solo así podremos convertirnos en sus discípulos y convertirnos en mediadores, para otros, del encuentro transformador.
Gracias por las personas que nos ayudaron a conocer mejor a Jesús, a profundizar y madurar en la fe. Que no dejemos nunca, Señor, de buscarte y de hablar a otros de lo que Tú has hecho por nosotros.