
Se espera que sea una ceremonia emotiva para Francisco, ya que ambos religiosos le influyeron mucho y en privado dijo a sus confidentes que quería canonizarlos durante su papado. Los dos representan el modelo de iglesia abierta y cercana a los pobres que quiere el Papa Francisco.
Pablo VI fue el Papa del diálogo y de la renovación conciliar; Romero se ha venido conociendo a lo largo y ancho del mundo por su testimonio de ofrenda y entrega de su vida por los pobres y excluidos de la sociedad.
Ciertamente que ambos han vivido de manera heroica las virtudes de la fe, la esperanza y la caridad; así como otras virtudes cristianas y humanas. Pero quisiéramos destacar tres características que les son comunes a estos dos nuevos santos de la Iglesia: su preocupación por el ser humano, su fidelidad a la Iglesia en la fe y en el amor de Dios y su mística de la soledad.
Damos gracias a Dios, porque Francisco los reconoce como santos para toda la Iglesia. Es un reconocimiento a la acción del Espíritu Santo por medio de hombres frágiles que no se doblegaron y que supieron dar testimonio de fe, caridad y esperanza; de vida eclesial y de entrega a Cristo a favor de los hermanos. Damos gracias a Dios por San Pablo VI de la humanidad y por San Romero de América.