lunes, 27 de diciembre de 2021

Es Navidad


Son muchas las dificultades de nuestro tiempo, pero más fuerte es la esperanza, porque ‘un niño nos ha nacido’: Él es la Palabra de Dios y se ha hecho un infante, solo capaz de llorar y necesitado de todo. Ha querido aprender a hablar, como cada niño, para que aprendiésemos a escuchar a Dios, nuestro Padre, a escucharnos entre nosotros y a dialogar como hermanos y hermanas”.

Papa Francisco

lunes, 20 de diciembre de 2021

Dios con nosotros

 

Misa de Nochebuena: 19 h.

Navidad: 11, 12 y 13 h.

Poco después del martirio de Monseñor Romero, Ignacio Ellacuría dijo en una homilía: "Con Monseñor Romero, Dios ha visitado El Salvador".

Las visitas de Dios a nuestra vida... Dios de misericordia y de fidelidad, Dios libertador, Dios que nos guía siempre por caminos de paz y de justicia...

A las puertas de la Navidad sabemos que esas visitas de Dios no son visitas fugaces, de las que no dejan rastro. Por eso, no tenemos que pedirle: "Quédate con nosotros porque anochece",  porque ya conocemos su respuesta: "Sí me quedo. Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo".

 

 

lunes, 13 de diciembre de 2021

Mercadillo solidario

 Los chicos y chicas del grupo de Confirmación han organizado un mercadillo solidario para colaborar con Cáritas en este Adviento. 

Han elaborado ellos mismos los artículos que ponen a la venta. Lo ha hecho con un gran entusiasmo que ayer nos contagiaron a todos.

Les damos las gracias y contamos con vuestra colaboración.

 

 





 

viernes, 26 de noviembre de 2021

Adviento

Recuperar la esperanza

En estos días que vivimos abundan situaciones que nos preocupan gravemente: el cambio climático, la pandemia, la crisis económica, la escasez de recursos...

No hace falta seguir. Pero así es como nos encuentra este Adviento. Y son importantes y necesarias las palabras de Jesús: «Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación». 

Los discípulos de Jesús no somos catastrofistas. Menos aún negacionistas de estas realidades. Ni indiferentes ni conformistas ante ellas. En este tiempo nuevo de Adviento, el Señor Jesús nos invita a recuperar la esperanza, a ofrecer al mundo motivos para la esperanza, que tiene como punto de partida el ser muy conscientes de la realidad y estar atentos a ella. Y mirarlo todo con la confianza y la valentía y la fortaleza que nos vienen de la fe. ¿Cómo?  

 


La esperanza empieza por encontrar el bien que hay en los demás, en lugar de centrarnos y revolver en lo negativo.

 Como nos dicen los profetas: «hay brotes» en el viejo tronco. Hay novedades, la vida siempre lucha por salir adelante. Atentos, pues, a esos brotes en nuestra vida, en nosotros, en la Iglesia y en nuestro mundo. Es una buena actividad para el Adviento: ir tomando nota de esos «brotes» y orar con ellos.

La esperanza abre puertas allí donde la desesperación las cierra. Invita a levantar la cabeza y mirar más arriba, más lejos, más adentro. Y mejor si miramos con otros. La esperanza nos descubre lo que puede hacerse, porque siempre se puede hacer algo, en lugar de lamentarse o protestar por lo que no depende de nosotros.

La esperanza recibe su potencia de la profunda confianza en el Dios de la Pascua y en la fundamental bondad humana que Dios sembró en cada uno.

La esperanza enciende una vela en la oscuridad. La Luz de Dios irrumpió en medio de la noche de Navidad, y convirtió la noche en mañana luminosa.

Porque la esperanza sabe que, pase lo que pase, el Señor va con nosotros (Emmanuel). No hace que desaparezcan las dificultades, pero sí que ayuda a que no nos derroten ni destruyan. Jesús fue capaz de atravesar el camino de la cruz, del fracaso, del rechazo, de la oscuridad... de la mano de la esperanza. Porque su esperanza se llamaba «Abba, Padre Dios».

Martínez de la Lama-Noriega, cmf

 

 

domingo, 21 de noviembre de 2021

Jesucristo, Rey del Universo

El juicio tiene lugar en el palacio donde reside el prefecto romano cuando acude a Jerusalén. Acaba de amanecer. Pilato ocupa la sede desde la que dicta sus sentencias. Jesús comparece maniatado, como un delincuente. Allí están, frente a frente, el representante del imperio más poderoso y el profeta del reino de Dios.

A Pilato le resulta increíble que aquel hombre intente desafiar a Roma: «Con que, ¿tú eres rey?». Jesús es muy claro: «Mi reino no es de este mundo». No pertenece a ningún sistema injusto de este mundo. No pretende ocupar ningún trono. No busca poder ni riqueza.

Pero no le oculta la verdad: «Soy rey». Ha venido a este mundo a introducir verdad. Si su reino fuera de este mundo tendría «guardias» que lucharían por él con armas. Pero sus seguidores no son «legionarios», sino «discípulos» que escuchan su mensaje y se dedican a poner verdad, justicia y amor en el mundo.

El reino de Jesús no es el de Pilato. El prefecto vive para extraer las riquezas de los pueblos y conducirlas a Roma. Jesús vive «para ser testigo de la verdad». Su vida es todo un desafío: «Todo el que es de la verdad escucha mi voz». Pilato no es de la verdad. No escucha la voz de Jesús. Dentro de unas horas intentará apagarla para siempre.

El seguidor de Jesús no es «guardián» de la verdad, sino «testigo». Su quehacer no es disputar, combatir y derrotar a los adversarios, sino vivir la verdad del evangelio y comunicar la experiencia de Jesús, que está cambiando su vida.

El cristiano tampoco es «propietario» de la verdad, sino testigo. No impone su doctrina, no controla la fe de los demás, no pretende tener razón en todo. Vive convirtiéndose a Jesús, contagia la atracción que siente por él, ayuda a mirar hacia el evangelio, pone en todas partes la verdad de Jesús. La Iglesia atraerá a la gente cuando vean que nuestro rostro se parece al de Jesús, y que nuestra vida recuerda a la suya.

 J.A.Pagola

 


 

sábado, 6 de noviembre de 2021

Día de la Iglesia diocesana

 

Una jornada para recordar que juntos es posible lograr una parroquia viva

“Somos lo que tú nos ayudas a ser. Somos una gran familia contigo” es el lema del Día de la Iglesia diocesana que se celebra este domingo, 7 de noviembre, organizado por el secretariado para el sostenimiento de la Iglesia. 

El lema recuerda que “como familia, logramos una parroquia activa que responde a la llamada de Dios. Juntos somos Iglesia diocesana, poniendo todo lo que somos al servicio de los otros y colaborando juntos llevamos a cabo la labor de la Iglesia. Juntos logramos una parroquia viva, comprometida, apasionada por Jesucristo y entregada a los demás”.

 

 

viernes, 29 de octubre de 2021

Todos Santos

La fiesta de "Todos los Santos", entendida como diferencia de perfección entre los seres humanos no tiene mucho sentido. Para Dios no hay diferencia ninguna, porque nos ama a todos por lo que Él es.

Si por santo entendemos un ser humano perfecto, significaría que ya ha llegado a su plenitud y por lo tanto se habrían acabado sus posibilidades de crecer.

Descubrir, vivir y manifestar ese verdadero ser, es lo que podíamos llamar santidad. Cuando creemos que para ser santo tenemos que anular los sentidos, reprimir los sentimientos, machacar la inteligencia y someter la voluntad, nos estamos exigiendo la más torpe inhumanidad.

La plenitud de lo humano sólo se alcanza en lo divino. Vivir lo divino que hay en nosotros es la meta. Lo humano siempre será imperfecto. El verdadero santo no es el perfecto. El santo nunca descubrirá que lo es. Aspiremos a ser cada día más humanos, desplegando el amor que Dios ha derramado en nuestro ser.

Cuando hemos puesto la santidad en lo extraordinario, nos hemos salido de todo marco de referencia evangélico. Si creemos que santo es aquel que hace lo que nadie es capaz de hacer, o deja de hacer lo que todos hacemos, ya hemos caído en la trampa de atribuirnos méritos que no pueden ser del hombre.

Santo es el que descubre el amor que es Dios. Todos somos santos, aunque la inmensa mayoría no lo hemos descubierto todavía, y de ese modo, tampoco podemos manifestar lo que somos. Somos santos por lo que Dios es en nosotros, no por lo que nosotros somos para Dios.

La creencia generalizada de que la santidad consiste en desplegar las virtudes morales, no tiene nada que ver con el evangelio. Recordemos: "Las prostitutas y los pecadores os llevan la delantera en el reino de Dios". Para Jesús, es santo el que descubre el amor que llega a él sin mérito ninguno por su parte.

No somos santos cuando somos perfectos, sino cuando vivimos lo más valioso que hay en nosotros como don presente. La perfección moral es consecuencia de la santidad, no su causa.

En esta fiesta celebramos la "bondad" se encuentre donde se encuentre. Hoy es el día de la alegría. La Vida y el Bien triunfan sobre la muerte y el mal. Desde esta perspectiva, la vida merece siempre la pena. Porque esta alegría de vivir tenemos que mantenerla a pesar de tanto sufrimiento y dolor como encontramos en nuestro mundo.

Las bienaventuranzas nos descubren el verdadero rostro del "santo". Las bienaventuranzas no se pueden entender racionalmente, ni se pueden explicar con argumentos. Cuando Pedro se puso a increpar a Jesús, porque no entendía su muerte, Jesús le contestó: "Tú piensas como los hombres, no como Dios". Solo entrando en la dinámica de la trascendencia, podemos descubrir el sentido de las bienaventuranzas. Solo descubriendo lo que hay de Dios en nosotros, podremos darnos cuenta de nuestra verdadera meta.

Tenemos al alcance de la mano lo que nos puede hacer felices, pero no nos damos cuenta, porque ponemos nuestra felicidad en otra cosa. El tesoro está en nuestro campo, pero no lo hemos descubierto, y lo estamos buscando fuera.

En la celebración de este día, no se trata de celebrar los méritos de personas extraordinarias, sino de reconocer la presencia de Dios que es el único Santo, en cada uno de nosotros. El merito será siempre de Dios.

 

Fray Marcos

 

 

 

 


martes, 19 de octubre de 2021

Domund

 

Ver vídeo para niños en la página de la Catequesis.

El próximo domingo celebraremos el día del Domund, una Jornada universal que se celebra cada año en todo el mundo para apoyar a los misioneros en su labor evangelizadora, desarrollada entre los más pobres.

El Domund es una llamada a la responsabilidad de todos los cristianos en la evangelización. Es el día en que la Iglesia lanza una especial invitación a amar y apoyar la causa misionera, ayudando a los misioneros.

Los misioneros dan a conocer a todos el mensaje de Jesús, especialmente en aquellos lugares del mundo donde el Evangelio está en sus comienzos y la Iglesia aún no está asentada: Los territorios de misión.

La actividad pastoral, asistencial y misionera de los territorios de misión depende de los donativos del Domund. Este día es una llamada a la colaboración económica de los fieles de todo el mundo.

Las necesidades en la misión son muchas. Mediante el Domund, la Iglesia trata de cubrir esas carencias y ayudar a los más desfavorecidos a través de los misioneros, con proyectos pastorales, sociales y educativos. Así, se construyen iglesias y capillas; se compran vehículos para la pastoral; se forman catequistas; se sostienen diócesis y comunidades religiosas; se mantienen hospitales, residencias de ancianos, orfanatos y comedores para personas necesitadas en todo el mundo.

En los territorios de misión la Iglesia sostiene casi 27.000 instituciones sociales, que representan el 24% de las de la Iglesia universal, y más de 119.000 instituciones educativas, que representa el 54,86 % del total de centros educativos que atiende la Iglesia en todo el mundo.

Todos estos proyectos son financiados con los donativos recogidos en el Domund. Las misiones siguen necesitando ayuda económica, y por eso es tan necesaria la colaboración de todos.

 

 

domingo, 26 de septiembre de 2021

Somos llamados

 

En nuestra Parroquia comenzaremos la catequesis el domingo 17 de octubre. 

A diferencia de otros años, el día de la catequesis será el mismo para todos los cursos, de 1º a Confirmación. Será los domingos a las doce y a continuación la celebración de la Misa a la una.

Día de catequesis: Domingo a las 12, todos los cursos desde 1º a Confirmación.

Misa: 13 horas

Matrícula: Del 28 de septiembre al 8 de octubre, en horario de 18 a 19 h.

 

En este comienzo de un nuevo curso es bueno que reflexionemos sobre estas palabras del Papa Francisco a los catequistas.

"Ser catequista es una vocación: ser catequista, no trabajar de catequista. Presten atención, no he dicho hacer de catequista, sino serlo, porque involucra la vida. Lleva al encuentro con Jesús con las palabras y con la vida, con el testimonio. Qué beneficioso sería para la Iglesia que nuestras catequesis se basaran en captar y vivir la presencia de Cristo que actúa y obra salvación.

Ser catequistas es una forma de servicio que se lleva a cabo en la comunidad cristiana y que debe ser reconocido como un ministerio de la Iglesia, verdadero y genuino. El catequista no puede olvidar, especialmente hoy en un contexto de indiferencia religiosa, que su palabra es siempre un primer anuncio.

 El catequista no es un maestro o un profesor que cree que da una clase. La catequesis no es una lección; la catequesis es la comunicación de una experiencia y el testimonio de una fe que enciende los corazones, porque introduce el deseo de encontrar a Cristo. Este anuncio es siempre el "primero" que el catequista está llamado a dar". 




 

lunes, 6 de septiembre de 2021

Recomienzo


No es Asturias una región vaciada, cuando del resto de España y allende nuestras fronteras, hemos visto este verano que era la opción más deseada por parte de mucha gente que ha descubierto en nuestra tierra la belleza de una naturaleza agreste y arcaica en sus bosques y montañas, en sus acantilados y playas, pintando de verde esperanza el horizonte de un jardín tan grande como sus rincones varios. Pero también es el encanto de sus pueblos, villas y ciudades, donde la gente amable y acogedora de nuestra tierra, hace que se encuentren verdaderamente como en casa, venga de donde venga el proveniente viajero que se allega a estos lares.

...En esta tierra nuestra tan rica en colores, en valores y esfuerzo cotidiano para intentar hacerla mejor cada día, hay también una línea de trama religiosa que a través de los siglos ha ido entonando su mejor himno con las notas de la caridad hecha gesto, la fe profesada y la esperanza como motor de lo mejor cada mañana...

 Ahora se retiran los visitantes, y vuelven nuestras calles y plazas a los viandantes de casa.Todo se retoma, todo vuelve a su normalidad más habitual, con un curso que ahora comienza tras la festividad de la Santina de Covadonga...

Pero no es el cansino zambullirse en lo cotidiano sabido y manido, arrastrando aburridos el desgaste del sudor en nuestras frentes, sabiéndonos a poco las escasas holganzas. Porque afrontar así el recomienzo, es empezar perdiendo la batalla ante el escepticismo y la desesperanza.

Todo nos esperaba donde lo dejamos. La pandemia nos sigue provocando llamando a la prudencia y a la responsabilidad en este pulso que ha puesto en jaque tantas cosas. Los índices de paro laboral, especialmente entre la población más joven, o la tasa de natalidad a la baja envejeciendo día tras día nuestra región, la más encanecida y longeva de España, hace de llamada seria a preguntarnos qué podemos hacer cuando hacemos poco o nada.

...Asturias tiene estas idas y venidas, al dar los primeros pasos en la nueva andadura que juntos comenzamos. No en vano este punto de partida, goza de la mirada de nuestra Santina de Covadonga que pone en nuestras manos y corazones, la urgencia de un compromiso y la certeza de nuestra esperanza. Que ella nos bendiga y nos guarde.

 

  La dulce fatiga de todo recomienzo

+ Fr. Jesús Sanz Montes, ofm
Arzobispo de Oviedo

 

 

 

lunes, 21 de junio de 2021

Verano

Horario de Misas

              (1 de junio a 30 de septiembre)             

  • Laborables (de martes a viernes): 20 h
  • Sábados y vísperas de fiestas: 20 h.
  • Domingos y festivos: 11 y 12 h.

El verano es un tiempo muy apropiado para fortalecer los vínculos familiares y de  amistades.  Normalmente el ritmo acelerado que llevamos durante el año, no propicia esa cercanía, sinceridad o diálogo de unos con los otros.

 ”Cuando somos capaces de superar el individualismo, realmente se puede desarrollar un estilo de vida alternativo y se vuelve posible un cambio importante en la sociedad (Laudato Si, 208)

“En la familia se aprende a pedir permiso sin avasallar, a decir «gracias» como expresión de una sentida valoración de las cosas que recibimos, a dominar la agresividad o la voracidad, y a pedir perdón cuando hacemos algún daño. Estos pequeños gestos de sincera cortesía ayudan a construir una cultura de la vida compartida y del respeto a lo que nos rodea“. (LS 213)

 Pero el descanso tiene que enfocarse bien, de una forma sensata y moderada.  Como dice también el Papa Francisco en “Laudato Si”: “El verano es un tiempo para saborear  la belleza de lo que no está corrompido”.

Nos podemos enriquecer  cultural, personal y espiritualmente.

Con las visitas a otros lugares nuevos se aprende mucho de la cultura  de esos sitios.

Contemplemos la naturaleza que nos habla del Creador  y nos invitará también a la oración personal.

Revisemos  nuestra vida hasta ahora,  ponderando lo que es importante y programemos  la vida diaria para vivirla con  sentido de trascendencia.

Participar en la Eucaristía dominical tiene una  importancia especial.

 “El ser humano tiende a reducir el descanso contemplativo al ámbito de lo infecundo o innecesario, olvidando que así se quita a la obra que se realiza lo más importante: su sentido. Estamos llamados a incluir en nuestro obrar una dimensión receptiva y gratuita, que es algo diferente de un mero no hacer. Se trata de otra manera de obrar que forma parte de nuestra esencia. De ese modo, la acción humana es preservada no únicamente del activismo vacío, sino también del desenfreno voraz y de la conciencia aislada que lleva a perseguir sólo el beneficio personal……  Así, el día de descanso, cuyo centro es la Eucaristía, derrama su luz sobre la semana entera y nos motiva a incorporar el cuidado de la naturaleza y de los pobres“.(LS 237)

¡Feliz verano a todos!

                                                                                                                                A. Sevilla

 

 

viernes, 4 de junio de 2021

Hacer memoria de Jesús

Esta semana celebramos la fiesta del Corpus Christi y se nos brinda de nuevo una ocasión para profundizar en el significado de la fracción del pan y poner el acento en lo más importante: comulgar con la vida de Jesús, seguir su ejemplo, hacernos ‘pan partido’ para los demás.

 Jesús crea un clima especial en la cena de despedida que comparte con los suyos la víspera de su ejecución. Sabe que es la última. Quiere dejar bien grabado en su recuerdo lo que ha sido siempre su vida: pasión por Dios y entrega total a todos.

Esa noche lo vive todo con tal intensidad que, al repartirles el pan y distribuirles el vino, les viene a decir estas palabras memorables: «Así soy yo. Os doy mi vida entera. Mirad: este pan es mi cuerpo roto por vosotros; este vino es mi sangre derramada por todos. No me olvidéis nunca. Haced esto en memoria mía. Recordadme así: totalmente entregado a vosotros. Esto alimentará vuestras vidas».

Para Jesús es el momento de la verdad. En esa cena se reafirma en su decisión de ir hasta el final en su fidelidad al proyecto de Dios. Seguirá siempre del lado de los débiles, morirá enfrentándose a quienes desean otra religión y otro Dios olvidado del sufrimiento de la gente. Dará su vida sin pensar en sí mismo. Confía en el Padre. Lo dejará todo en sus manos.

Celebrar la eucaristía es hacer memoria de este Jesús, grabando dentro de nosotros cómo vivió él hasta el final. Reafirmarnos en nuestra opción por vivir siguiendo sus pasos. Tomar en nuestras manos nuestra vida para intentar vivirla hasta las últimas consecuencias.

Celebrar la eucaristía es, sobre todo, decir como él: «Esta vida mía no la quiero guardar exclusivamente para mí. No la quiero acaparar solo para mi propio interés. Quiero pasar por esta tierra reproduciendo en mí algo de lo que él vivió. Sin encerrarme en mi egoísmo; contribuyendo desde mi entorno y mi pequeñez a hacer un mundo más humano».

Es fácil hacer de la eucaristía otra cosa muy distinta de lo que es. Basta con ir a misa a cumplir una obligación, olvidando lo que Jesús vivió en la última cena. Basta con comulgar pensando solo en nuestro bienestar interior. Basta con salir de la iglesia sin decidirnos nunca a vivir de manera más entregada.

 

José Antonio Pagola

domingo, 30 de mayo de 2021

Dios es uno solo, pero no solitario

 

HORARIO DE VERANO (de 1 junio a 30 de septiembre) 

  • Días laborables (de martes a viernes): 20 h
  • bados y vísperas de fiestas: 20 h.
  • Domingos y festivos: 11 y 12 h.


 

sábado, 22 de mayo de 2021

Pentecostés

Abiertos al Espíritu


No hablan mucho. No se hacen notar. Su presencia es modesta y callada, pero son «sal de la tierra». Mientras haya en el mundo mujeres y hombres atentos al Espíritu de Dios será posible seguir esperando. Ellos son el mejor regalo para una Iglesia amenazada por la mediocridad espiritual.

Su influencia no proviene de lo que hacen ni de lo que hablan o escriben, sino de una realidad más honda. Se encuentran retirados en los monasterios o escondidos en medio de la gente. No destacan por su actividad y, sin embargo, irradian energía interior allí donde están.

No viven de apariencias. Su vida nace de lo más hondo de su ser. Viven en armonía consigo mismos, atentos a hacer coincidir su existencia con la llamada del Espíritu que los habita. Sin que ellos mismos se den cuenta son sobre la tierra reflejo del Misterio de Dios.

Tienen defectos y limitaciones. No están inmunizados contra el pecado. Pero no se dejan absorber por los problemas y conflictos de la vida. Vuelven una y otra vez al fondo de su ser. Se esfuerzan por vivir en presencia de Dios. Él es el centro y la fuente que unifica sus deseos, palabras y decisiones.

Basta ponerse en contacto con ellos para tomar conciencia de la dispersión y agitación que hay dentro de nosotros. Junto a ellos es fácil percibir la falta de unidad interior, el vacío y la superficialidad de nuestras vidas. Ellos nos hacen intuir dimensiones que desconocemos.

Estos hombres y mujeres abiertos al Espíritu son fuente de luz y de vida. Su influencia es oculta y misteriosa. Establecen con los demás una relación que nace de Dios. Viven en comunión con personas a las que jamás han visto. Aman con ternura y compasión a gentes que no conocen. Dios les hace vivir en unión profunda con la creación entera.

En medio de una sociedad materialista y superficial, que tanto descalifica y maltrata los valores del espíritu, quiero hacer memoria de estos hombres y mujeres «espirituales». Ellos nos recuerdan el anhelo más grande del corazón humano y la Fuente última donde se apaga toda sed.

José Antonio Pagola

 

sábado, 15 de mayo de 2021

Ascensión del Señor

 


Son los últimos momentos de Jesús con los suyos. Enseguida los dejará para entrar definitivamente en el misterio del Padre.Ya no los podrá acompañar por los caminos del mundo como lo ha hecho en Galilea. Su presencia no podrá ser sustituida por nadie.

Jesús sólo piensa en que llegue a todos los pueblos el anuncio del perdón y la misericordia de Dios. Que todos escuchen su llamada a la conversión. Nadie ha de sentirse perdido. Nadie ha de vivir sin esperanza. Todos han de saber que Dios comprende y ama a sus hijos e hijas sin fin. ¿Quién podrá anunciar esta Buena Noticia?

Jesús no piensa en sacerdotes ni obispos. Tampoco en doctores o teólogos. Quiere dejar en la tierra “testigos”. Esto es lo primero: “vosotros sois testigos de estas cosas”. Serán los testigos de Jesús los que comunicarán su experiencia de un Dios bueno y contagiarán su estilo de vida trabajando por un mundo más humano.
Pero Jesús conoce bien a sus discípulos. Son débiles y cobardes. ¿Dónde encontrarán la audacia para ser testigos de alguien que ha sido crucificado por el representante del Imperio y los dirigentes del Templo? Jesús los tranquiliza: “Yo os enviaré lo que mi Padre ha prometido”. No les va a faltar la “fuerza de lo alto”. El Espíritu de Dios los defenderá. Jesús vuelve al Padre levantando sus manos y bendiciendo a sus discípulos. Es su último gesto. Jesús entra en el misterio insondable de Dios y sobre el mundo desciende su bendición.

A los cristianos se nos ha olvidado que somos portadores de la bendición de Jesús. Nuestra primera tarea es ser testigos de la Bondad de Dios. Mantener viva la esperanza. No rendirnos ante el mal. Este mundo que parece un “infierno maldito” no está perdido. Dios lo mira con ternura y compasión.
También hoy es posible buscar el bien, hacer el bien, difundir el bien. Es posible trabajar por un mundo más humano y un estilo de vida más sano. Podemos ser más solidarios y menos egoístas. Más austeros y menos esclavos del dinero. La misma crisis económica nos puede empujar a buscar una sociedad menos corrupta.

En la Iglesia de Jesús hemos olvidado que lo primero es promover una “pastoral de la bondad”. Nos hemos de sentir testigos y profetas de ese Jesús que pasó su vida sembrando gestos y palabras de bondad. Así despertó en las gentes de Galilea la esperanza en un Dios Salvador. Jesús es una bendición y la gente lo tiene que conocer.

José Antonio Pagola
 

lunes, 10 de mayo de 2021

Evangelizar desde el espiritu de San Juan de Ávila

 

El pasado mes de febrero el Papa Francisco inscribió la fiesta de San Juan de Ávila en el calendario universal.

Tras el decreto del Santo Padre, el 10 de mayo es el día de San Juan de Ávila para la Iglesia Universal.

San Juan de Ávila encarna de modo ejemplar, y en las coordenadas de su tiempo, las claves para la evangelización que el Papa Francisco nos describe en Evangelii gaudium. Podemos definir al Maestro Ávila como «un evangelizador con espíritu» . Francisco describe la misión, en Evangelii gaudium, como «una pasión por Jesús pero, al mismo tiempo, una pasión por su pueblo. Cuando nos detenemos ante Jesús Crucificado, reconocemos todo su amor que nos dignifica y nos sostiene, pero allí mismo, si no somos ciegos, empezamos a percibir que esa mirada de Jesús se amplía y dirige llena de cariño y de ardor hacia todo su pueblo. Así descubrimos que Él nos quiere tomar como instrumentos para llegar cada vez más cerca de su pueblo amado».

Juan de Ávila es un modelo ejemplar de un «discípulo misionero». Su vida y doctrina recuerdan el espíritu de san Pablo, de quien era un profundo y devoto admirador. Su espíritu nos invita a romper la seguridad defensiva del templo para salir con valentía a los caminos de la misión.

 

sábado, 1 de mayo de 2021

Mes de María

 SEGUIDORA FIEL DE JESÚS


Los evangelistas presentan a la Virgen con rasgos que pueden reavivar nuestra devoción a María, la Madre de Jesús. Su visión nos ayuda a amarla, meditarla, imitarla, rezarla y confiar en ella con espíritu nuevo y más evangélico.

María es la gran creyente. La primera seguidora de Jesús. La mujer que sabe meditar en su corazón los hechos y las palabras de su Hijo. La profetisa que canta al Dios, salvador de los pobres, anunciado por él. La madre fiel que permanece junto a su Hijo perseguido, condenado y ejecutado en la cruz. Testigo de Cristo resucitado, que acoge junto a los discípulos al Espíritu que acompañará siempre a la Iglesia de Jesús.

Lucas, por su parte, nos invita a hacer nuestro el canto de María, para dejarnos guiar por su espíritu hacia Jesús, pues en el "Magníficat" brilla en todo su esplendor la fe de María y su identificación maternal con su Hijo Jesús.

María comienza proclamando la grandeza de Dios: «mi espíritu se alegra en Dios, mi salvador, porque ha mirado la humillación de su esclava». María es feliz porque Dios ha puesto su mirada en su pequeñez. Así es Dios con los sencillos. María lo canta con el mismo gozo con que bendice Jesús al Padre, porque se oculta a «sabios y entendidos» y se revela a «los sencillos». La fe de María en el Dios de los pequeños nos hace sintonizar con Jesús.

María proclama al Dios «Poderoso» porque «su misericordia llega a sus fieles de generación en generación». Dios pone su poder al servicio de la compasión. Su misericordia acompaña a todas las generaciones. Lo mismo predica Jesús: Dios es misericordioso con todos. Por eso dice a sus discípulos de todos los tiempos: «sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso». Desde su corazón de madre, María capta como nadie la ternura de Dios Padre y Madre, y nos introduce en el núcleo del mensaje de Jesús: Dios es amor compasivo.

María proclama también al Dios de los pobres porque «derriba del trono a los poderosos» y los deja sin poder para seguir oprimiendo; por el contrario, «enaltece a los humildes» para que recobren su dignidad. A los ricos les reclama lo robado a los pobres y «los despide vacíos»; por el contrario, a los hambrientos «los colma de bienes» para que disfruten de una vida más humana. Lo mismo gritaba Jesús: «los últimos serán los primeros». María nos lleva a acoger la Buena Noticia de Jesús: Dios es de los pobres.

María nos enseña como nadie a seguir a Jesús, anunciando al Dios de la compasión, trabajando por un mundo más fraterno y confiando en el Padre de los pequeños.

                                                                               José Antonio Pagola

 

sábado, 24 de abril de 2021

El Buen Pastor

  Cuando entre los primeros cristianos comenzaron los conflictos y disensiones entre grupos y líderes diferentes, alguien sintió la necesidad de recordar que, en la comunidad de Jesús, solo él es el Pastor bueno. No un pastor más, sino el auténtico, el verdadero, el modelo a seguir por todos.

Esta bella imagen de Jesús, Pastor bueno, es una llamada a la conversión, dirigida a quienes reivindican el título de «pastores» en la comunidad cristiana. El pastor que se parece a Jesús, solo piensa en sus ovejas, no «huye» ante los problemas, no las «abandona». Al contrario, está junto a ellas, las defiende, se desvive por ellas, «expone su vida» buscando su bien.

Al mismo tiempo, esta imagen es una llamada a la comunión fraterna entre todos. El Buen Pastor «conoce» a sus ovejas y las ovejas le «conocen» a él. Solo desde esta cercanía estrecha, desde este conocimiento mutuo y esta comunión de corazón, el Buen Pastor comparte su vida con las ovejas. Hacia esta comunión y mutuo conocimiento hemos de caminar también hoy en la Iglesia.

En estos momentos no fáciles para la fe, necesitamos como nunca aunar fuerzas, buscar juntos criterios evangélicos y líneas maestras de actuación para saber en qué dirección hemos de caminar de manera creativa hacia el futuro.

Es triste ver el distanciamiento entre la jerarquía y el pueblo cristiano. Se diría que viven dos mundos diferentes. En muchos lugares los «pastores» y las «ovejas» apenas se conocen. A muchos obispos no les resulta fácil sintonizar con las necesidades reales de los creyentes, para ofrecerles la orientación y el aliento que necesitan. A muchos fieles les resulta difícil sentir afecto e interés hacia unos pastores a los que ven alejados de sus problemas.

Solo creyentes, llenos del Espíritu del Buen Pastor, pueden ayudarnos a crear el clima de acercamiento, mutua escucha, respeto recíproco y diálogo humilde que tanto necesitamos.

                                                                                                                            José Antonio Pagola

 

domingo, 4 de abril de 2021

Él debía resucitar

 


¿Qué sentimos los seguidores de Jesús cuando nos atrevemos a creer de verdad que Dios ha resucitado a Jesús? ¿Qué vivimos mientras seguimos caminando tras sus pasos? ¿Cómo nos comunicamos con él cuando lo experimentamos lleno de vida?

Jesús resucitado, tenías razón.
Es verdad cuanto nos has dicho de Dios. Ahora sabemos que es un Padre fiel, digno de toda confianza. Un Dios que nos ama más allá de la muerte. Le seguiremos llamando «Padre» con más fe que nunca, como tú nos enseñaste. Sabemos que no nos defraudará.

Jesús resucitado, tenías razón.
Ahora sabemos que Dios es amigo de la vida. Ahora empezamos a entender mejor tu pasión por una vida más sana, justa y dichosa para todos. Ahora comprendemos por qué anteponías la salud de los enfermos a cualquier ley o tradición religiosa. Siguiendo tus pasos, viviremos curando la vida y aliviando el sufrimiento. Pondremos siempre la religión al servicio de las personas.

Jesús resucitado, tenías razón.
Ahora sabemos que Dios hace justicia a las víctimas inocentes: hace triunfar la vida sobre la muerte, el bien sobre el mal, la verdad sobre la mentira, el amor sobre el odio. Seguiremos luchando contra el mal, la mentira y los abusos. Buscaremos siempre el reino de ese Dios y su justicia. Sabemos que es lo primero que el Padre quiere de nosotros.

Jesús resucitado, tenías razón.
Ahora sabemos que Dios se identifica con los crucificados, nunca con los verdugos. Empezamos a entender por qué estabas siempre con los dolientes y por qué defendías tanto a los pobres, los hambrientos y despreciados. Defenderemos a los más débiles y vulnerables, a los maltratados por la sociedad y olvidados por la religión. En adelante escucharemos mejor tu llamada a ser compasivos como el Padre del cielo.

Jesús resucitado, tenías razón.
Ahora empezamos a entender un poco tus palabras más duras y extrañas. Comenzamos a intuir que el que pierda su vida por ti y por tu evangelio la va a salvar. Ahora comprendemos por qué nos invitas a seguirte hasta el final cargando cada día con la cruz. Seguiremos sufriendo un poco por ti y por tu evangelio, pero muy pronto compartiremos contigo el abrazo del Padre.

Jesús resucitado, tenías razón.
Ahora estás vivo para siempre y te haces presente en medio de nosotros cuando nos reunimos dos o tres en tu nombre. Ahora sabemos que no estamos solos, que tú nos acompañas mientras caminamos hacia el Padre. Escucharemos tu voz cuando leamos tu evangelio. Nos alimentaremos de ti cuando celebremos tu cena. Estarás con nosotros hasta el final de los tiempos.

J.A. Pagola

 

 

 

lunes, 22 de marzo de 2021

Horarios de Semana Santa

Orientaciones para las celebraciones de Semana Santa 
 Arzobispado de Oviedo
 
Orientaciones para el Domingo de Ramos
  
Se omite la bendición de los Ramos.

 
 Misas: 11, 12, 13 h.
 

Orientaciones para el Jueves Santo

Misa de la Cena del Señor: 18 h.

1. Se omite el rito del lavatorio de los pies.
2. Después de la comunión, se reservará el Santísimo en el Monumento que previamente se habrá preparado, omitiendo la procesión, para la adoración personal de los fieles posteriormente. La Misa terminará con la oración para después de la comunión.

  

Orientaciones para el Viernes Santo

El templo se abrirá a las 9 de la mañana.

Celebración de la Pasión del Señor: 17 h.

 1. La adoración de la Santa Cruz con el beso se limitará sólo al celebrante, y los demás harán un gesto de piedad hacia la Cruz desde sus sitios.

 

Orientaciones para la Vigilia Pascual  

Vigilia Pascual: 20 h. 

1. Se suprime la bendición del fuego y se procede a la bendición del cirio pascual, que se enciende y se coloca en su lugar.

2. La Liturgia bautismal se reduce únicamente a la renovación de las promesas
del Bautismo. Se omite, pues, la aspersión.

 

Domingo de Pascua

Misas: 11, 12, 13 h. 


 

 

miércoles, 17 de febrero de 2021

Estamos en Cuaresma

 

Cuando Jesús anuncia a sus discípulos su pasión, muerte y resurrección, para cumplir con la voluntad del Padre, les revela el sentido profundo de su misión y los exhorta a asociarse a ella, para la salvación del mundo.

Recorriendo el camino cuaresmal, que nos conducirá a las celebraciones pascuales, recordemos a Aquel que se humilló a sí mismo, hecho obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz. En este tiempo de conversión renovemos nuestra fe, saciemos nuestra sed con el agua viva de la esperanza y recibamos con el corazón abierto el amor de Dios que nos convierte en hermanos y hermanas en Cristo. En la noche de Pascua renovaremos las promesas de nuestro Bautismo, para renacer como hombres y mujeres nuevos, gracias a la obra del Espíritu Santo. Sin embargo, el itinerario de la Cuaresma, al igual que todo el camino cristiano, ya está bajo la luz de la Resurrección, que anima los sentimientos, las actitudes y las decisiones de quien desea seguir a Cristo.

 El ayuno, la oración y la limosna, tal como los presenta Jesús en su predicación, son las condiciones y la expresión de nuestra conversión. La vía de la pobreza y de la privación (el ayuno), la mirada y los gestos de amor hacia el hombre herido (la limosna) y el diálogo filial con el Padre (la oración) nos permiten encarnar una fe sincera, una esperanza viva y una caridad operante.

 En la Cuaresma, estemos más atentos a decir palabras de aliento, que reconfortan, que fortalecen, que consuelan, que estimulan, en lugar de palabras que humillan, que entristecen, que irritan, que desprecian. A veces, para dar esperanza, es suficiente con ser una persona amable, que deja a un lado sus ansiedades y urgencias para prestar atención, para regalar una sonrisa, para decir una palabra que estimule, para posibilitar un espacio de escucha en medio de tanta indiferencia.

En el recogimiento y el silencio de la oración, se nos da la esperanza como inspiración y luz interior, que ilumina los desafíos y las decisiones de nuestra misión: por esto es fundamental recogerse en oración y encontrar, en la intimidad, al Padre de la ternura.

Cada etapa de la vida es un tiempo para creer, esperar y amar. Este llamado a vivir la Cuaresma como camino de conversión y oración, y para compartir nuestros bienes, nos ayuda a reconsiderar, en nuestra memoria comunitaria y personal, la fe que viene de Cristo vivo, la esperanza animada por el soplo del Espíritu y el amor, cuya fuente inagotable es el corazón misericordioso del Padre.



 

 

 

 

 

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viernes, 12 de febrero de 2021

Contagia Solidaridad - Campaña Manos Unidas 2021

 

El trabajo de Manos Unidas en general y en la presente Campaña en particular encuentran su razón de ser en el profundo conocimiento de la situación en la que millones de seres humanos en América Latina, África y Asia luchan simplemente por sobrevivir, sin que para ellos tenga cabida la «vida digna». Para hacernos cargo de esta realidad, recurrimos a la expresión «cultura del descarte» cargada de un tremendo significado. En efecto, surge para indicar un modo de vida caracterizado por nuestro afán de confort –con su usar y tirar–, por la obsolescencia programada de la industria y por la publicidad que alimenta nuestra búsqueda desenfrenada de placeres inmediatos. Ha acabado, asimismo, haciendo referencia también a ese doloroso proceso por el cual hemos convertido a millones de seres humanos en bienes de consumo que pueden ser usados y tirados, esclavizados, excluidos o sometidos a desigualdad y falta de recursos y derecho.


Cerca de 690 millones de personas padecen hambre crónica: el 8,9 % de la población mundial. Y, como era de esperar, la crisis generada por la Covid-19 está aumentando el número total de personas subalimentadas en el mundo que en 2030 podría superar los 840 millones. Alrededor de 2.000 millones de personas no disponen de acceso regular a alimentos inocuos, nutritivos y suficientes; esto representa el 25,9 % de la población mundial, la mayoría en Asia y África.

Quizás hayamos olvidado que, ante los actuales retos de la humanidad –pobreza, hambre, enfermedad, desigualdad, cambio climático, esclavitud, la exclusión o la propia pandemia– «nos necesitamos y nos debemos los unos a los otros, para que la humanidad renazca con todos los rostros, todas las manos y todas las voces, más allá de las fronteras que hemos creado» (Fratelli Tutti, 35). 

 

La colecta del domingo irá destinada a la Campaña contra el Hambre de Manos Unidas.

 

 

lunes, 11 de enero de 2021

Discípulos

 
Entramos en el Tiempo Ordinario. Jesús busca discípulos. Nos está buscando.
 

En torno a Jesús se van reuniendo un grupo de discípulos. A través de algunos verbos significativos, los evangelistas presentan sus acciones: oyen, siguen, preguntan...

 

El Maestro es el centro al que se dirigen todas esas acciones y se muestra sensible a lo que hacen quienes le buscan: ve que lo siguen, pregunta, responde. 

 

Lo importante es escuchar la voz de Jesús y disponerse para el encuentro personal con Él. Solo así podremos convertirnos en sus discípulos y convertirnos en mediadores, para otros, del encuentro transformador.

 

Gracias por las personas que nos ayudaron a conocer mejor a Jesús, a profundizar y madurar en la fe. Que no dejemos nunca, Señor, de buscarte y de hablar a otros de lo que Tú has hecho por nosotros.    





 

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sábado, 9 de enero de 2021

Tú eres mi hijo amado


Los cielos se abren y Dios Padre se manifiesta plenamente en Jesús: “Tú eres mi Hijo amado”.

Jesús se une a la multitud y asume nuestra condición humana. El Espíritu Santo desciende sobre Él y comienza una nueva creación.

Así Jesús, en su abajamiento, se sumerge en nuestras profundidades, en nuestras raíces humanas y en nuestros sentimientos, en nuestros deseos banales, necesidades, pérdidas y carencias de amor, para darles un sentido nuevo, trascendente, para transformar nuestros corazones y llevarlos a la plenitud de hijos de Dios.

El Espíritu de Dios nos conduce a vivir en Él todas las dificultades y tristezas y, también, los gozos y alegrías que estamos viviendo, con un sentido profundo, sabiendo que Jesús es todo nuestro bien y nuestra salvación plena. 



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